Por: Anthony Porto, MD, MPH, FAAP
Puede resultar difícil darse cuenta de si su hijo pequeño o bebé tiene síntomas de intolerancia a la lactosa o si podría tener alergia a la leche.
Las siguientes preguntas frecuentes de padres lo ayudarán a conocer más sobre los síntomas comunes, el diagnóstico y las opciones de tratamiento de la intolerancia a la lactosa.
¿La intolerancia a la lactosa es lo mismo que la alergia a la leche?
No. Muchos padres confunden los términos intolerancia a la lactosa y alergia a la leche. Si bien es posible que sus síntomas sean similares, se trata de dos afecciones totalmente diferentes. La intolerancia a la lactosa es un problema digestivo, mientras que la alergia a la leche involucra al sistema inmunitario. Por lo tanto, si bien la intolerancia a la lactosa puede generar muchas molestias, no provoca ninguna reacción que pueda poner en peligro la vida, como la anafilaxia.
Las alergias a la leche tienden a desaparecer durante el primer año de vida, cuando el sistema digestivo del bebé todavía está bastante inmaduro. La intolerancia a la lactosa puede comenzar en la niñez o la adolescencia y volverse más notoria en la adultez.
¿Qué es la lactosa?
La lactosa es una azúcar que se encuentra en los alimentos que les encantan a muchos niños: la leche y los productos lácteos, como el yogur helado y los quesos. La lista de todos los alimentos que contienen lactosa es larga e incluye algunos tipos de pan, cereales y alimentos congelados o enlatados.
La enzima lactasa, ubicada en el intestino delgado, el órgano donde se produce la mayor parte de la digestión de los alimentos y de la absorción de nutrientes, desintegra la lactosa. Cuando consumimos lactosa, la lactasa la descompone en dos azúcares simples: la glucosa y la galactosa. Luego, el cuerpo absorbe estos azúcares simples en los intestinos. Cuando hay una disminución de la cantidad o una pérdida de la enzima lactasa, no podemos descomponer ni absorber la lactosa. La lactosa que no se absorbe puede provocar síntomas, lo que se denomina intolerancia.
Además de la leche, ¿qué otros alimentos contienen lactosa?
La lactosa está presente en muchos productos para nuestra alimentación y en algunos medicamentos. Además, en general, los fabricantes agregan leche o productos derivados de la leche a los alimentos en caja, enlatados, congelados, envasados y preparados. Las personas que experimentan síntomas digestivos después de consumir una pequeña cantidad de lactosa deben ser conscientes de la gran cantidad de productos alimentarios que pueden contener incluso pequeñas cantidades de lactosa.
Puede consultar los ingredientes en las etiquetas y la información nutricional de los alimentos para descubrir posibles fuentes de lactosa en los diferentes productos. Si en la etiqueta de un alimento aparece alguna de las siguientes palabras, el producto contiene lactosa:
- Leche
- Lactosa
- Suero lácteo
- Cuajadas
- Productos derivados de la leche
- Sólidos de leche en polvo
- Leche en polvo descremada
¿Cuáles son algunos de los síntomas principales de la intolerancia a la lactosa?
Los síntomas de la intolerancia a la lactosa dependen de la cantidad de lactosa que se consuma. Cuanta más lactosa consuma su hijo, más síntomas experimentará. Los síntomas de la intolerancia a la lactosa pueden ocurrir desde minutos a horas después de haber tomado leche o ingerido productos lácteos y pueden variar desde leves a graves en función de la cantidad consumida y la cantidad tolerada. Algunos de los síntomas a los que debe estar atento son los siguientes:
- Náuseas
- Dolor abdominal, calambres e hinchazón
- Materia fecal blanda y gases
- Diarrea acuosa con gases
Si creo que mi hijo puede tener intolerancia a la lactosa, ¿cómo puedo corroborarlo?
Una forma de verificar si su hijo tiene problemas para digerir la lactosa es suprimir todos los productos lácteos de la dieta de su hijo durante dos semanas y luego ver si mejoran sus síntomas. Después de dos semanas, vuelva a introducir gradualmente los productos en pequeñas cantidades por día para ver si los síntomas vuelven a aparecer. Su pediatra también puede detectar si su hijo no tolera la lactosa mediante una prueba de hidrógeno en el aliento.
He escuchado que la intolerancia a la lactosa a veces puede ser un efecto secundario temporal cuando los niños se enferman. ¿Es cierto?
Sí. Los niños pueden experimentar temporalmente intolerancia a la lactosa después de una infección viral (este es el motivo por el cual quizás le digan que evite darles leche con lactosa mientras tengan una bacteria en el estómago) o junto con afecciones que provoquen inflamación intestinal, como la enfermedad celíaca.
¿Los bebés pueden tener intolerancia a la lactosa?
La intolerancia a la lactosa, en realidad, no es muy común en los bebés y habitualmente comienza a aparecer recién después de los tres años en los niños que nacieron a término. Todos los bebés nacen con lactasa en los intestinos. A medida que crecen, la cantidad de enzima lactasa disminuye.
- Los bebés que nacieron prematuramente tienen más probabilidades de tener un tipo de intolerancia a la lactosa llamado deficiencia de lactasa del desarrollo. Esta afección, por lo general, dura solamente un corto tiempo después del nacimiento. Sin embargo, la mayoría de los bebés prematuros podrán consumir leche maternizada (fórmula) que contenga lactosa y leche materna.
- La deficiencia de lactasa congénita es un trastorno muy poco común en el que los bebés no pueden descomponer la lactosa presente en la leche materna o maternizada. Los genes heredados de sus padres causan este trastorno. Este tipo de intolerancia provoca diarrea grave y, si no se los alimenta con fórmula para bebés sin lactosa, estos bebés pueden experimentar deshidratación y pérdida de peso graves.
Si una madre tiene intolerancia a la lactosa, ¿es seguro para ella amamantar a su bebé?
Es completamente seguro amamantar a su bebé si usted tiene intolerancia a la lactosa. Amamantar no hace que su bebé corra un riesgo mayor de padecer intolerancia a la lactosa y tiene beneficios importantes para la salud de su bebé.
¿Cómo puede mi hijo consumir suficiente calcio en su dieta si se reduce la cantidad de leche o de lactosa?
Si su hijo tiene intolerancia a la lactosa, aun así puede ingerir productos lácteos sin lactosa, que incluyen leche, queso y yogures sin lactosa: todos ellos son buenas fuentes de calcio. Además, su hijo puede obtener calcio de vegetales de hoja verde oscura, como la espinaca, el brócoli y la col rizada; frutos secos (almendras); legumbres (frijoles blancos); pescado (sardinas, salmón) y jugo de naranja fortificado con calcio. Si cree que su hijo no consume suficiente calcio, hable con su pediatra para comenzar a darle un suplemento de calcio.
¿La leche de soja o la de almendras son sustitutos adecuados para los niños con intolerancia a la lactosa?
Existen muchos sustitutos de la leche que pueden beber los niños con intolerancia a la lactosa, tales como leches de soja, almendras, arroz, cáñamo y avena. La leche de soja es una alternativa muy popular a la leche porque es una buena fuente de calcio y proteínas. La leche de almendras también se ha convertido en una opción popular y es segura para los niños que padecen intolerancia a la lactosa o una alergia a las proteínas de la leche de vaca. Si bien las almendras son una buena fuente de calcio, esta leche es más baja en proteínas y contiene menos calorías que la leche de vaca. Antes de comenzar a darle a su hijo leches alternativas, es importante que hable con su pediatra acerca de cuál podría ser la mejor opción para su niño.
¿Cómo se diagnostica la intolerancia a la lactosa?
Su pediatra le preguntará sobre los antecedentes médicos familiares y relacionados con la alimentación como ayuda para el diagnóstico a la intolerancia a la lactosa de su niño o bebé. Durante esta charla, revisará los síntomas de su hijo con usted.
- En algunos casos, se realiza una prueba de hidrógeno en el aliento para detectar la intolerancia a la lactosa. Para la prueba, su hijo debe respirar en un recipiente que mide el nivel de hidrógeno en el aliento antes y después de beber una bebida que contiene una cantidad conocida de lactosa. Normalmente, se detecta solamente una pequeña cantidad de hidrógeno en el aliento cuando una persona ingiere y digiere lactosa. Un aumento en los niveles de hidrógeno se considera un resultado positivo en la prueba para detectar la intolerancia a la lactosa.
- Los pediatras examinan la acidez en la materia fecal de los bebés y los niños pequeños que no son capaces de realizar correctamente la prueba de hidrógeno en el aliento. La presencia de glucosa en las heces indica que hay lactosa no digerida.
- Si los síntomas de su hijo persisten, es posible que se lo remita a un gastroenterólogo pediátrico para seguir evaluándolo. Según la gravedad de los síntomas de su hijo, el gastroenterólogo puede realizarle una endoscopía para medir los niveles de lactasa directamente del intestino. Esto se hace mediante una biopsia.
¿Qué cantidad de calcio y de vitamina D se recomienda que reciba mi hijo por día?
La cantidad específica depende de la edad de su hijo. A continuación, le presentamos un desglose de cantidades diarias recomendadas de calcio y de vitamina D (RDA, por sus siglas en inglés).
¿Cómo se trata la intolerancia a la lactosa?
El tratamiento de la intolerancia a la lactosa depende de la magnitud de los síntomas de su hijo. Es posible que algunos niños con intolerancia a la lactosa puedan consumir pequeñas cantidades de productos lácteos sin experimentar síntomas.
- Como ayuda para aliviar los síntomas de hijo cuando y si consume alimentos que contengan lactosa, su pediatra puede recomendarle un suplemento de la enzima lactasa de venta libre.
- Si los síntomas de su hijo son graves y justifican la supresión total de la lactosa en su dieta, quizás su pediatra lo remita a un nutricionista registrado. Debido a que los productos lácteos son una gran fuente de calcio y de vitamina D, que todos los niños necesitan, un nutricionista registrado puede sugerirle otros alimentos que aportan estos nutrientes y también podría recomendarle suplementos vitamínicos.
¿La intolerancia a la lactosa es una afección de por vida?
En algunos casos, la intolerancia a la lactosa es temporal —si se desarrolla después de una enfermedad viral o si está asociada a otras afecciones, como la enfermedad celíaca. Por ejemplo, una vez que se trata la enfermedad celíaca, los niveles de lactasa vuelven a estar dentro del rango normal y es posible que se tolere la lactosa en la dieta. Sin embargo, lo más probable es que la intolerancia a la lactosa sea duradera y requiera que muchos niños más grandes y adultos realicen cambios en sus dietas para evitar los síntomas.
Información adicional:
Sobre el Dr. Porto:
Anthony Porto, MD, MPH, FAAP, es un pediatra y gastroenterólogo certificado. Es profesor adjunto de Pediatría y director médico adjunto de Gastroenterología pediátrica en Yale University y director y gastroenterólogo pediátrico en el Greenwich Hospital en Greenwich, Connecticut. También es el director médico del programa Yale Pediatric Celiac Program para celíacos pediátricos. Dentro de la American Academy of Pediatrics, el Dr. Porto forma parte de la Junta Asesora de Gastroenterología PREP y es miembro de la Sección de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición. También es miembro del Comité de Educación Pública de la North American Society of Pediatric Gastroenterology, Hepatology and Nutrition, un pediatra especializado en nutrición de las Real Answers de The Bump y coautor del libro The Pediatrician’s Guide to Feeding Babies and Toddlers (La guía del pediatra sobre la alimentación de los bebés y niños pequeños) – en inglés. Sígalo en Instagram: @Pediatriciansguide.Última actualización 1/19/2017Fuente American Academy of Pediatrics (Copyright © 2016)